El
monasterio cisterciense de Santa María de Bonaval está situado a dos kilómetros
de la localidad de Retiéndas (Guadalajara) en un precioso paraje enclavado en
la vega que surca el todavía joven rio Jarama. Para llegar a Retiendas desde Guadalajara hay que tomar la carretera CM-101 en
dirección a Humanes y continuar por CM-1004 en dirección a Tamajón. Antes de llegar
al mismo hay que desviarse a la izquierda por la GU-188, hasta llegar a
Retiéndas.
Desde Retiéndas se accede al cenobio a través de una pista que parte a la izquierda del puente y que discurre entre chopos, robles, encinas y grandes quejigos. Como suele ocurrir en muchos casos el monasterio se encuentra en un bucólico paraje apartado que invita a la meditación y el descanso.
Desgraciadamente su estado de ruina no permite valorar que nos encontramos ante un referente de la arquitectura medieval. Su construcción original fue de estilo románico aunque los restos de la iglesia que existen en la actualidad sean de estilo gótico, posiblemente de finales del siglo XIII, con reformas del siglo XVII.

Fue fundado en 1164 por Alfonso VIII, rey de castilla que
en un primer momento cedió a los monjes cistercienses su uso y posteriormente
le otorgó su propiedad.
En la
actualidad solo quedan restos de lo que fue la iglesia y algunos muros de lo
que fueron las dependencias monacales aunque resulta muy difícil identificar a
que dependencias exactas corresponden.
La cabecera de la iglesia, está formada por un ábside
poligonal y dos menores de planta rectangular.
La portada de acceso
se encuentra en el hastial meridional del crucero. Dispone de cuatro
arquivoltas muy apuntadas rodeadas por un guardapolvos con puntas de diamante. Se
asientas sobre cuatro pares de columnas con capiteles de flora naturalista.
Encima
de la portada ligeramente desplazado a la izquierda hay un impresionante
ventanal ajimezado. Tiene arco apuntado con las aristas achaflanadas, que
cobija dos arquillos también achaflanados que rodean sendos vanos. A modo de
guardapolvos, el conjunto es rodeado por una banda de arquillos ciegos.
Adosada al ábside del Evangelio aparece una
pequeña estancia de bóveda de cañón apuntada, que corresponde a la antigua
sacristía.
En octubre
de 2011 se derrumbó la fachada oeste del monasterio. A pesar de estar reconocido como Bien
de Interés Cultural desde el 23 de junio de 1992 y por la Ley 4/1990 del
Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha no se ha realizado por parte de las
administraciones publicas ninguna acción encaminada a su protección.
Esperemos que en el futuro tanto la Junta de Castilla la Mancha como el Ministerio de cultura tomen cartas en el asunto y eviten que finalice sus días siendo un montón de piedras caídas entre la hiedra. Santa María de Bonabal es un símbolo de nuestro pasado histórico y como bien de interés cultural merece algo más que un cartel que señale esta circunstancia.
Acabo de visitar el Monasterio y lo están reparando.
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