sábado, 27 de febrero de 2016

LACORT.


El rio Ara es el último río virgen del pirineo aragonés. Afortunadamente un declaración de impacto ambiental negativa realizada en el año 2001 lo garantiza. Durante casi 60 años los intereses económicos de una empresa eléctrica pusieron en peligro el hermoso ecosistema del valle del Ara entre las localidades de Fiscal y Boltaña. La entrada en vigor de la normativa, que exigía una declaración de impacto ambiental positiva para que pueda realizarse un obra hidráulica, le salvó.
 
Sin embargo no llegó a tiempo de salvar a Lacort, cuyos habitantes, junto a los de Jánovas y Lavelilla tuvieron que abandonar sus hogares forzosamente debido a una expropiación revestida de interés general cuando únicamente respondía a un interés particular. En el blog ya le hemos dedicado una entrada a Jánovas y Lavelilla, hoy se la dedicamos a Lacort.









Lacort se encuentra en la comarca oscense de la Ribagorza, a él se accede a través de la N-260. Las primeras referencias históricas se remontan al año 1095. En el año 1488 contaban con siete fuegos. En el año 1787 contaba con 74 habitantes, en el año 1845 con 119, en el año 1900 con 84 y en el años 1960 con 77.
 
Sus habitantes se dedicaban a la agricultura, sobre todo de productos de la huerta y cultivos de cereales y a la cría de ganado lanar y vacuno. Por sus tierras discurría una de las principales rutas cabañeras de todo el pirineo que unía los valles de Broto y Bujaruelo con los llanos de Fraga y Mequinenza. Sus habitantes también se abastecían de las excelentes truchas que pueblan el río Ara. Llegó a contar con un Batán, un molino harinero, una serrería y una tienda.
 
 
 
 
 
 











 


 

Todo cambió a partir del 28 de marzo de 1951, una Orden Ministerial aprobó el "Plan de los aprovechamientos del río Ara y del Cinca", que preveía entre otros proyectos, la construcción de un embalse en el congosto de Jánovas. El proyecto suponía la inundación total de Jánovas, Lacort y Lavelilla. 
 
En el año 1960 se publicó la resolución que contenía la relación de fincas y propietarios expropiados. Las leyes permitían la expropiación de propiedades privadas a favor de una empresa, siempre que se declarase que la obra tuviera un interés público. En el proyecto original, la intención de Iberduero era construir el embalse para la producción eléctrica, aunque para lograr la declaración de interés público tuvo que incluir la previsión de trasvasar parte del agua a los Monegros para crear regadíos. Los habitantes de Lacort tuvieron entonces que abandonar su hogar y sus tierras.
 
 




 
En la actualidad Lacort se encuentra en ruinas, únicamente permanecen en pie los muros de las casa de construcción tradicional en piedra y con alturas poco comunes para la zona. Las casas solían contar con patios y corrales para guardar el ganado a los cuales se accedía por una entrada cubierta por un tejadillo de pizarra.

Todas las casas han perdido sus cubiertas y algunas han visto sus muros tomados por la hiedra.


 



 
 
 
En la parte occidental del pueblo se encuentra la iglesia de Lacort, construida en 1795 y de estilo popular. Su construcción es de mampostería y cuenta con una sola nave dividida en cuatro tramos, con una hornacina en arco de medio punto en el costado sur y cabera recta orientada al este. A cada lado de la nave cuenta con dos capillas. Las bóvedas del lado norte son, una de lunetos y otra de medio cañón, y las del lado sur de lunetos y de arista.
 
Las bóvedas que cubren la nave y la cabecera son de lunetos separados por fajones de medio punto. Sobre la sacristía se eleva una torre también de mampostería, de tres cuerpos, con acceso por el exterior a través de una puerta adintelada y con ventanales para campanas orientados al Sur y al Oeste.

 






 


Si triste es tener que abandonar tu hogar para buscar una vida mejor, más triste es tener que hacerlo obligado por la avaricia de una empresa que pretende transformar el medio natural para obtener beneficios sin importarle que para ello los habitantes de la zona tengan que abandonarlo todo llevándose únicamente sus recuerdos.







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