viernes, 8 de mayo de 2015

PLAGARO DE TOBALINA.


El valle de Tobalina se encuentra al sureste de la comarca de Las merindades en el norte de Burgos. En el se remansa el rio Ebro tras cruzar el desfiladero de la Horadada, entre los Montes Obarenes y la sierra de la Arcena. Debe su nombre a la abundancia de "toba", una roca sedimentaria utilizada para la construcción de las casas a  lo largo de todo el valle.

Sobre el pantano de Sobrón cuyas aguas sirven de refrigerante a la Central Nuclear de Santa María de Garoña se encuentra enclavado el pueblo abandonado de Plágaro. Fue fundado por monjes del monasterio de San Cosme y San Damián que debió ubicarse en las cercanías de Plágaro y del cual no quedan restos en la actualidad. Hay referencias que determinan que ya existía el monasterio en el siglo IX.
 




El pueblo se encuentra en la actualidad en avanzado estado de ruina, y todas las edificaciones están invadidas por la vegetación pero queda en pie la iglesia de San Pedro, de estilo románico que data del siglo XIII. En el año 1752  contaba con 16 casas. Según relata Elías Rubio en su libro "los pueblos del silencio" en 1940 tenia 71 habitantes. Se despobló totalmente en el año 1971 cuando sus tres últimos habitantes abandonaron sus casas.
 
 
 
 


Es probable que su nombre provenga de la palabra pelagus, traducible como zona pantanosa. Existen referencias que acreditan que existía en el año 1116, cuando es cedido por la Reina Urraca I al Monasterio de Oña.
Por Plágaro pasaba un antiguo camino que salvaba la Sierra en dirección a Nograro mencionado en documentos del siglo XII como calzada o somo portillo y boca de foz. Hasta el pueblo se puede acceder por carretera y tuvo luz eléctrica. Sin embargo sus calles nunca llegaron a estar asfaltadas. Contaba con dos barrios, el de arriba donde se sitúa la iglesia y el de abajo o de la "fuente".    
 
 




Uno de los edificios mas representativos que tenia era la casa Rectoral, construida por el clérigo Vicente Sebastián de Herrán en 1741. Se encuentra cerca de la iglesia y destaca por su excelente factura y su arco de ingreso de medio punto con las insignias papales en clave. Desgraciadamente en la actualidad se encuentra prácticamente tomada por la vegetación.
 

 




Su iglesia, de estilo románico, estuvo consagrada a San pedro y fue una de las más importantes de todo el valle de Tobalina. 

Uno de sus elementos más destacables es su espadaña que eleva entre la maleza y permite advertir de la presencia del pueblo entre la vegetación.

 




Tiene 2 naves y contó con dos altares. Detrás de uno de los retablos aún pueden apreciarse unos hermosos frescos góticos. El campanario es decimonónico al igual que su pórtico, en el que aparece una placa en honor al cura de la iglesia de la época: Vicente Sebastian de Herrán.




 
 

 
 
 

En el año 2010 el alcalde del valle de Tobalina presentó un proyecto para construir un parador en Plagaro y devolver la vida al pueblo. El proyecto se encuadraba dentro del plan dinamizador del entorno de la central de Garoña. Pretendía crear un complejo turístico dedicado a la caza, la pesca y la naturaleza. La idea del proyecto era  recuperar y restaurar todas las casas, conservando en la medida de lo posible los rasgos de la arquitectura tradicional castellana, y transformarlas en alojamientos.

Finalmente el proyecto no llegó a llevarse a cabo y desgraciadamente a día de hoy Plágaro continua derrumbándose en silencio.

 

 


5 comentarios:

  1. Una pena. Y una gran pérdida de arquitectura, historia y calor humano.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso blog es un lugar hermoso tranquilo , mucha vegetación , mil gracias amigo , un cordial saludo !

    ResponderEliminar
  3. Si podéis ir a visitarlo no lo dudéis, merece mucho la pena.

    ResponderEliminar
  4. Soy Plágaro, me imagino que mi apellido proviene de ahí y mis raíces también.
    Bonito pueblo, merece la pena visitarlo

    ResponderEliminar