lunes, 28 de septiembre de 2015

LA CIUDAD DEL MEDIO AMBIENTE.


El Soto de Garray es una dehesa que se encuentra en un meandro que forma el río Duero junto a la localidad soriana de Garray. Constituye un ecosistema único formado por fresnos centenarios y abedules, en el que habitan especies en peligro de extinción  como el alimoche, el águila calzada, el milano real y la nutria. Tiene una gran importancia ornitológica, con mas de 140 especies de aves censadas.
 
En este bucólico paraje cercano a las ruinas de la histórica ciudad de Numancia, símbolo de la resistencia ibera frente a la dominación romana, se pretendía instalar, ironías del destino, la Ciudad del Medio Ambiente.
 
Este proyecto urbanístico pretendía construir 800 viviendas unifamiliares, dos hoteles, pistas deportivas cubiertas, varios lagos situados a cien metros del Río Duero así como una central térmica de biomasa que cubriera las necesidades energéticas del proyecto.

Para su promoción, gestión y desarrollo se creo un consorcio formado por la Junta de Castilla y León, la Diputación de Soria y el Ayuntamiento de Garray. El proyecto fue aprobado por Las Cortes de Castilla y León en el año 2005 y las obras comenzaron en el año 2010. La inversión inicial que realizó la Junta fue de 10 millones de euros por 500 hectáreas de terreno.


 



 


Según se expone en su página web los principales objetivos de la Ciudad del Medio Ambiente y de su asentamiento en el Soto del Garray son:

  • Convertir a Soria en un referente en el mundo de la arquitectura sostenible y el medio ambiente.
  • Ser un motor clave para el desarrollo social y económico de la provincia de Soria y de Castilla y León .
  • Atraer actividades empresariales o industriales y de investigación comprometidas con el medio ambiente y la sostenibilidad
Pretendía atraer actividades empresariales que fueran un estimulo social, cultural y económico a la provincia de Soria. Empresas comprometidas con el medio ambiente que llevarán a cabo su actividad en los campus Tecnológico e Industrial y crearán empleos cualificados con la investigación como eje vertebrador fundamental.

Todo esto hay que analizarlo en el contexto de la provincia de Soria, la más escasamente poblada de toda la península ibérica. Tiene una población de 92.221 hab. (INE, 1 enero 2014), de los cuales el 42,85% viven en la capital. En lo que se refiere a su producción industrial esta no llega producir el 20% del PIB de toda la provincia y esta principalmente relacionada con la producción de productos agroalimentario y la transformación de recursos forestales. Posee además una de las peores redes de comunicación de toda la península.

Si a esto le añadimos que en la ciudad de Soria, situada solo a 8 kilómetros, hay suelo industrial que al ritmo actual no va a ocuparse en los próximos 30 años, no hay que ser muy docto para darse cuenta de la innecesariedad de un proyecto como este. Desgraciadamente los gestores públicos decidieron que era un proyecto de sumo interés y han invertido mas de 60 millones de euros de dinero público. Es lo que tiene el dinero de todos los ciudadanos, da menos pesar gastarlo que el propio.


 






Las primeras obras que se hicieron fuero de urbanización del terreno, varios garajes y  la construcción de las llamadas cúpulas de la energía. Esta obra compuesta por 7 edificios en forma de gajos y que pretendía ser un campus institucional sin una finalidad determinada fue paralizada por orden judicial

En el año 2013 el TSJ de Burgos, anulaba la licencia de obra concedida por el ayuntamiento de Garray para la construcción de las cúpulas de la energía al considerar que la superficie en altura a partir de los 16 metros contravenía  la ley.

Posteriormente una sentencia del Tribunal Constitucional anulaba la ley que amparaba la construcción de la Ciudad del Medio Ambiente al entender que no había quedado justificado que el proyecto se aprobara por ley en lugar de por un reglamento evitando de esta manera que pudiera haber control judicial sobre el mismo.

En noviembre de 2014 el juzgado de lo contencioso administrativo de Soria emitía un auto en el que acordaba la demolición de las cúpulas y la obligación de restituir el terreno a su estado original. Este auto fue revocado por el TSJ de Castilla León que determinó que no procedía el derribo hasta que finalice el nuevo proyecto presentado por la junta, el cual prevé en estos momentos, únicamente la construcción de un de un parque empresarial.
 
 
 


Mientras se resuelve el contencioso sobre la legalidad del nuevo proyecto, las cúpulas permanecen vacías como un escenario espectral salido de la imaginación de guionista de películas postapocalípticas.

Los garajes que si están finalizados y permanecen abandonados en medio de las calles a medio urbanizar. Según nos comentaron pretenden reconvertirlos en un criadero de rosas. Al menos tendrían uso, pues parece poco probable que puedan mantener su finalidad actual en unas calles por las que no circulan coches.

 


Esperemos que esta vez Numancia corra mejor suerte y no consigan conquistarla.

#salvemosnumancia

Queremos agradecer a Teresa Rivas Padilla toda la información que nos ha aportado y que ha servido para que podáis disfrutar de esta entrada.

 

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