lunes, 21 de septiembre de 2015

TABLATE. PUERTA DE LA ALPUJARRA.

 

Hoy Tablate se encuentra deshabitado, sin embargo en otro tiempo fue una población con un gran valor estratégico al estar situado junto a un profunda garganta labrada por río Tablate, frontera natural entre el valle de Lecrín y La Alpujarra.

Para llegar hay que tomar  la salida 164 de la A-44/E902 que une Motril y Granada y tomar la A-348 de Lanjarón. El pueblo se construyó sobre una elevación desde la que se podía controlar el puente por el que se cruza la garganta y que es considerado la puerta de La Alpujarra.

 



 
 
                                     

 
Según el diccionario Madoz en 1845 contaba con 400 habitantes, la población se mantuvo estable hasta los año 50 y empezó a decrecer notablemente en los años 60. A finales de las década de los 70 residían 10 familias que se redujo a una en los 90. En la actualidad está deshabitado, conservando únicamente algunas casas para periodos vacaciones. Varios manantiales recorren las cercanías del termino municipal y posee terrenos fértiles para la agricultura especialmente para la plantación de olivos, vid y frutales.



 
 
                               



El pueblo constituye una buena muestra de la arquitectura popular granadina de la primera mitad del siglo XX aunque desgraciadamente la mayoría de la casas se encuentran en estado de ruina.





Tablate tuvo gran importancia durante el segundo levantamiento de los moriscos. El 24 de diciembre de 1568.  Los moriscos de la Alpujarra envían una delegación de 200 monfíes al Albaicín de Granada para animar a los moriscos de la capital granadina a unirse a ellos, pero fracasaron en el intento y se replegaron hasta Tablate destruyendo casi completamente el puente, esperando que la garganta que forma el río les serviría de refugio natural contra las tropas del Marques de Mondejar. En esta localidad había sido derrotado con anterioridad don  Diego de Quesada que entró a tomar la ciudad desde Durcal encontrándola vacía, ya que sus vecinos habían huido a los montes. Ocupó la ciudad sin establecer campamento ni centinela. Los moriscos que se encontraban escondidos en los riscos aprovecharon esta circunstancia para bajar y atacarle propiciando muchas bajas entre los cristianos.




 
El día 10 de enero de 1569 el marqués de Mondéjar llegó al puente de Tablate encontrándolo casi derruido. Puso a los arcabuceros en vanguardia para proteger a los soldados que intentaban reconstruirlo y causó grandes bajas entre los moriscos. Al final del día el pueblo de Tablate estaba reconquistado y el puente reconstruido. 




 
 
La iglesia de Tablate está dedicada Santiago y se construyó entre los 1561 a 1563 sobre una antigua mezquita.  La torre conserva en su parte más baja muchos elementos de un alminar árabe como son las escaleras y las ventanas abocinadas. El alminar alcanzaría aproximadamente 8´75 metros en época musulmana y a él se añadió más tarde el cuerpo de campanas. La torre actual tiene 11´70 metros de altura y rematado por una cruz y veleta.

 

La planta de la iglesia tiene tres partes, el altar mayor en cuya pared oeste se abre la puesta que da acceso a las sacristía. La segunda es la dedicada a acoger a los fieles que siguen el culto y la tercera está formada por la entrada principal del templo y un pequeño alcancel de madera que arranca desde la pared de la torre o antiguo alminar.
 
 


 

 
 





 
En una de las calles cercanas a la iglesia se conservan los restos de un horno de ladrillo que debió construirse a partir de otro ya existente en la etapa musulmana.  

 
 
 

 
El puente ha jugado un papel muy importante en la historia de Tablate. Tras la sublevación de Boabdil en el año 1501 fue destruido y tuvo que ser restaurado poco después. Las obras duraron hasta 1513. En la sublevación de 1568 volvió a ser destruido. 
 
El puente descansa sobre un escalón formado por conglomerados sobre los que se asientan los estribos a modo de pilares y sobre ellos la zona de paso. Tiene un único ojo y arco de medio punto, de mampostería y cantería en el reborde exterior.


 
 
Hoy otros dos puentes que permiten cruzar la garganta.
 
 
 
 



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