domingo, 8 de noviembre de 2015

TIERMAS.


Hoy le vamos a dedicar la entrada a otra de las víctimas del embalse de Yesa, Tiermas. Fue expropiado junto a  Escó, al que el otro día le dedicamos una entrada, y Ruesta. Más de 1500 personas tuvieron que abandonar sus hogares.  Hoy Tiermas se encuentra deshabitado, pero no abandonado. Su despoblación no fue voluntaria , la construcción del embalse de Yesa inundó sus mejores tierras de cultivos y sus habitantes, desprovistos de su principal medio de vida, se vieron obligados a aceptar una expropiación y marcharse a comenzar una nueva en otro lugar.

Sus antiguos habitantes y descendientes no han renunciado a perder para siempre sus hogares y en el año 1992 formaron un asociación para intentar conseguir la reversión de sus propiedades y reconstruir el pueblo. Desgraciadamente a día no hoy no han logrado su finalidad. Sin embargo seguirán luchando por la reconstrucción de Tiermas.
 
El pueblo se encuentra situado en la margen derecha del embalse de Yesa, entre las poblaciones de Yesa y Escó. A él se accede por la N-240. Deberemos dejar aparcado el coche y subir a pie el promontorio sobre el que está edificado.
 




La historia de Tiermas se remonta a la época romana, y su nombre proviene de la palabra latina Thermae, ya que su fundación se origina en torno a las termas que había en la parte baja del pueblo y que hoy se encuentran bajo las aguas del embalse, aunque en época de sequía pueden verse de nuevo.

Fue refundado en el año 1201 por el rey Pedro II en lo alto de la colina donde se sitúa ahora. Se reconstruyó como un conjunto fortificado rodeado de una muralla y castillo ya que iba a ser un importante enclave defensivo del reino de Aragón. Debido a su papel estratégico en la defensa de la frontera aragonesa, se concedió a sus habitantes importantes privilegios y libertades.





  
Aunque alguno de sus terrenos comenzaron a expropiarse en 1929, las expropiación no finalizó hasta el año 1962. La disposición del núcleo urbano muestra sus orígenes medievales. Tiene forma de rectángulo y estaba totalmente amurallado. Las dos calles más importantes eran la iglesia y la del centro, ambas amplias y sin pavimentar, que confluyen en la plaza de la fuente donde se encuentra la Parroquia de San Miguel.
 
Las casas están construidas en sillarejo y mampostería, algunas con revoque de cal y por lo general construidas en 2 alturas. En la actualidad la mayoría de los tejados están hundidos y únicamente quedan los muros como recuerdo de la vida que acogieron en otra época.
 
 






 



En la parte baja del pueblo se encontraban las termas. Cuando desciende el nivel del embalse emergen del agua y pueden verse visitantes disfrutando todavía de sus aguas. En 1918 el balneario contaba con un edifico de tres plantas, conocido como la "casa alta de los baños" que contaba con los servicios propios de un hotel. Junto a ella se encontraba el edificio que acogía los cuartos de baño, el gabinete hidroterapeútico y las piscinas. También contaba con un edificio de dos plantas conocida como la "casa baja de los baños".
 
Unido al balneario a través de una pasarela de madera se encontraba el hotel Infanta Isabel, que adquirió esta denominación por la hermana de Alfonso XII, que fue visitante de las termas. En los años 40 el hotel sufrió un incendio y no fue reconstruido. El balneario fue expropiado junto al resto de edificio de Tiermas y cubierto por las aguas en los año 60.





 
La iglesia de Tiermas está dedicada a la advocación de San Miguel y es de estilo gótico, su construcción data del siglo XIV. En el siglo XVIII se realizó una reforma, siguiendo los cánones barrocos, en la que se elevaron los muros y se amplió el crucero y la capilla mayor.
 
Tiene planta de cruz latina, con una nave única que se divide en 5 tramos separados por arcos fajones de medio punto. A ambos lados de la capilla mayor tiene dos espacios que cumplían las funciones de sacristía y capilla. Contaba también con un coro y un sotocoro al que se accedía a través de un arco de medio punto.
 

 

 




 
 


Los habitantes de Tiermas no abandonaron voluntariamente sus tierras. La expropiación fue calificada como voluntaria, pero es fácil darse cuenta que cuando la administración decidió inundar tus tierras de cultivo, un balneario y tres barrios de tu población, la voluntad de los habitantes de Tiermas estuvo claramente condicionada.
 
La entidad que realizó la expropiación fue la Confederación Hidrográfica del Ebro, traspasó la propiedad a Patrimonio del Estado en el año 1965 y este, en el año 1973, cedió la propiedad a la Diputación Provincial de Zaragoza. La Diputación en el año 1983 vendió al municipio de Sigues la propiedad de Tiermas. Esta venta se hizo sin notificar a los antiguos propietarios el derecho que tenían a solicitar la reversión de sus propiedades. Cuando solicitaron por su cuenta el derecho a la reversión, se les denegó argumentando que la expropiación había sido "voluntaria".
 
Tiermas se sigue derrumbando mientras sus nuevos propietarios no hacen nada para evitarlo y se prohíbe a sus antiguos propietarios el derecho a solicitar la reversión de sus propiedades.
 
 
 
 




 


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