Soria es la provincia española que más ha sufrido en sus tierras la despoblación. A 1 de enero de 2015 residían en la provincia 90.985 personas. Al noroeste de la provincia se encuentra la comarca de Pinares, que comprende 14 municipios sorianos (Pinares Bajo) y 9 burgaleses (Pinares Alto). Al sur de la comarca encontramos el despoblado de Cubillos.
La despoblación comenzó en Cubillos en los años 50 y sus últimos habitantes abandonaron el pueblo en 1970 para instalarse en el cercano Cubillas, aunque seguían volviendo al pueblo para cultivar sus tierras.
Cubillos se encuentra a los pies de la SO-P-5018, entre las localidades de Aylagas y Cubillas. En este caso la dificultad de acceso no fue el motivo de la despoblación como ocurrió en muchos de los municipios de la comarca de Tierras Altas.
Según el diccionario Madoz en el año 1850 contaba con 18 casas y 60 vecinos. Contaba con ayuntamiento, escuela de primaria e iglesia parroquial. Sus habitantes vivían de la agricultura, principalmente del cultivo de trigo, cebada, centeno y avena. También de la cría de ganado bobino y caprino y de la explotación forestal principalmente robles, pinos y enebros.
A principios de siglo llegó a contar con 25 viviendas, 80 habitantes y llegó a tener luz eléctrica. El agua la obtenían de la fuente del pueblo que, en los duros inviernos, llegaba a estar varios días helada. Nunca llegó a contar con tienda y se abastecían principalmente a través de la tienda existente en el vecino Cubillas y del mercado que se celebraba los sábados en El Burgo de Osma.
En los años 60 los jóvenes del pueblo comenzaron a emigrar a Barcelona, Madrid y en menor medida a Soria capital ya que la agricultura y la ganadería no ofrecía puestos de trabajo suficientes. Terminó despoblándose en el año 1970.
En la actualidad todas las casas han perdido su techumbre y únicamente permanecen en pie los muros de las casas construidas en piedra. Aquellas que estaban construidas en adobe desgraciadamente se han derruido.
La iglesia parroquial está dedicada a la advocación de La Asunción de Nuestra Señora, ha pedido totalmente su cubierta y el interior está totalmente tomado por la vegetación. Únicamente la solida espadaña se mantiene intacta.
Rodeados de un mar de pinos, los restos de Cubillos se desmoronan en silencio. No creemos que puedan recuperar la vida que en otro tiempo tuvieron. La despoblación sigue siendo un herida abierta en la hermosa comarca de Pinares que las administraciones no tienen la voluntad de suturar. Desgraciadamente sus pueblos, si nadie lo remedia, terminarán sucumbiendo como Cubillos. Esperemos que antes de que esto ocurra se tomen las medidas necesarias para fomentar la fijación de la población y el desarrollo de este hermoso entorno rural.
Lástima que este tipo de abandono sea el mal endémico de este país, en León ocurre lo mismo de hecho estoy haciendo un inventario de palomares tradicionales de la provincia de León, en primer lugar porque no está hecho y en segundo lugar porque trato que de algun modo la gente se vaya concienciando, es una pequeña gran utopía pero bueno ¿quién ha dicho que las utopías no son posibles? siempre y cuando luchemos por ellas.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-