La comarca aragonesa de Valdejalón se encuentra en el centro-oeste de la provincia de Zaragoza. Al suroeste de esta comarca, en lo alto de colina situada en un meandro formado por el río Jalón, entre las localidades de Purroy y Morata de Jalón, se encuentran los restos del despoblado de Villanueva. Durante más de 700 años sus calles rebosaron vida, hoy únicamente la naturaleza las habita, mientras sus muros de sus edificios se derrumban en silencio. Al contrario de lo que sucede con otros despoblados, el motivo de su abandono no se debe a su aislamiento, ya que es fácil acceder a través de la carretera ZP-1129.
Los orígenes de Villanueva se remontan al siglo XIII, la fértil tierra de la vega del rio Jalón garantizaba alimento a sus pobladores y el promontorio rocoso sobre el que se asentaba, facilitaba su defensa. Fue habitado íntegramente por moriscos hasta que en 1521 se produjo su expulsión.
En el año 1600 contaba con 27 casas, según relata el diccionario Madoz en 1850 tenía 24 casas incluido el ayuntamiento y la cárcel y 24 habitantes.
Sus habitantes se dedicaban a la agricultura principalmente trigo, cebada, maíz, judías, patatas, vid y olivas. También a la ganadería principalmente ovejas. Sus tierras también eran prosperas para la caza de perdices y conejos, y para la pesca principalmente de barbos.
En la década de los cincuenta quedo finalmente abandonado, a pesar de contar con luz eléctrica no contaba con abastecimiento de agua. La dificultad para subir el agua desde el rio motivo que sus habitantes buscasen un asentamiento mas accesible.
La parte alta del pueblo alberga la iglesia de la Virgen de la Huerta y su torre mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2002. A pesar de este reconocimiento, la dejadez de las instituciones en su conservación hace que este en riesgo de derrumbe.
La iglesia tiene una fábrica de líneas sencillas, originalmente tenía una sola nave cuya cabecera tenía adosada la torre mudéjar. En el siglo XVII la iglesia se amplió con dos capillas de planta rectangular y se amplió la torre con un cuerpo de campanas. También se amplió la decoración interior de la iglesia con unas yeserías de plegados de lazo y estrellas mudéjares.
La torre tiene planta cuadrada y en el interior tiene una estructura hueca con disposición de estancias comunicadas por una escalera. En la parte exterior tiene dos cuerpos, uno inferior decorado con una banda con lazos que forman hexágonos y otra en zig-zag, y otro donde está el campanario que tiene en cada lado una ventana en arco de medio punto coronado por un tejado a cuatro aguas.
El estado del Villanueva es de ruina total, únicamente permanecen en pie los muros de las casas principales. Los techos se han derrumbado y la mayoría de las casas están hoy reducidas a escombros. Un cartel clavado en la plaza del pueblo advierte que existe peligro de derrumbe y que no es conveniente recorrer sus calles.
Afortunadamente a pesar de la pasividad de las administraciones los antiguos habitantes del pueblo y sus descendientes están intentando constituirse como asociación para intentar recuperar la iglesia-cementerio de Santa María de Huerta y los restos del castillo. Esperemos que no empeño no caiga en saco roto.
Afortunadamente a pesar de la pasividad de las administraciones los antiguos habitantes del pueblo y sus descendientes están intentando constituirse como asociación para intentar recuperar la iglesia-cementerio de Santa María de Huerta y los restos del castillo. Esperemos que no empeño no caiga en saco roto.
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