jueves, 8 de diciembre de 2016

CASERRAS DEL CASTILLO.



60 años han pasado entre estas dos fotos. Caserras del Castillo era una población de 1000 habitantes durante la década de los 50 y hoy en día es un despoblado en estado de avanzada ruina. Cuando lo visitamos, tuvimos la suerte de encontrar a un persona que tiene una explotación agrícola en las inmediaciones del Caserres y que amablemente nos enseño la foto antigua de la población, cuando ésta todavía se encontraba en todo su esplendor.  Impresionaba ver como la naturaleza va devolviendo a su estado primigenio un lugar habitado por el hombre durante más de mil años.
 
Se encuentra enclavado en la parte este de la oscense comarca de la Ribagorza, en la sierra del Montsec, en la que el Noguera Ribargozana sirve de frontera natural con Lleida, remansado en el embalse de Canelles. Para acceder a él deberemos tomar una pista de tierra que parte desde Estopiñan del Castillo.






Esta abrupta y hermosa parte de la Ribagorza ha sufrido notablemente en sus carnes el fenómeno de la despoblación. La construcción del embalse de Canelles provocó la despoblación de Fet y L´estall, los cuales os hemos mostrado en entradas anteriores, y también de Finestras, Monfalcó, Blancafort y Soriana. La impresionante imagen que hoy nos ofrece el embalse hizo pagar un elevado precio a los habitantes de las poblaciones de la zona, que vieron desaparecer su modo de vida y tuvieron que abandonar sus hogares.
 
El caso de Caserres resulta paradójico ya que fue precisamente la construcción del embalse la que produjo su máximo momento de expansión y a la vez el motivo final de su despoblación. La obra atrajo al municipio trabajadores que desarrollaban su actividad en su construcción, pero un vez finalizada abandonaron el pueblo y con ellos fueron emigrando sus antiguos habitantes que vieron anegadas sus principales tierras de cultivo.







Las casas se distribuyen en la ladera meridional de un cerro alargado y rocoso que estaba coronado por un castillo. En la parte mas baja del pueblo está situado un conjunto de fuente, abrevadero y lavadero construido en 1959 poco antes de que se iniciase el dramático proceso de despoblación que ha convertido Caserras en un conjunto de ruinas por las que resulta casi imposible transitar. Estas son hoy el único vestigio de la vida que otra hora tuvo este hermoso lugar.
 
Llama especialmente la atención lo especialmente acelerado que ha sido el proceso de derrumbe y degradación de las construcciones. Cuando vemos el despoblado por primera vez parece que ha sido víctima de un bombardeo o ha sufrido algún tipo de desastre natural.
 

 


Ya estaba Caserras habitado en el año 1076 como atestigua el testamento de Bamón Berenguer el Viejo, en el cual  deja en herencia a sus hijos el despoblado y su castillo . En el siglo XII  se construyó una ermita románica . Cuenta con una sola nave de la que en la actualidad solo permanece en pie un muro lateral que se apoya directamente en la roca. En la cabecera destaca su ábside semicircular decorado con una arquería ciega típicamente lombarda. Sobre el ábside se levanta la torre campanario.
 
En 1978 un grupo de antiguos vecinos de Caserras creó la Asociación Cultural Recreativa "So Nostre" y gracias a una subvención del Gobierno de Aragón construyeron un local para poder reunirse que fue inaugurado en junio de 2010. Allí se reúnen cada 31 de agosto para celebrar la fiesta de San Ramón Nonato, patrón del pueblo.





 
Según describe Madoz en su diccionario estadístico e histórico de los pueblos de España, en el año 1845 contaba con 186 habitantes y 36 casas además de ayuntamiento, cárcel y la iglesia dedicada a la Asunción. Sus habitantes obtenían agua de varias fuentes que brotaban en su término municipal. Su terreno era de mala calidad con muchas peñas y barrancos, uno de ellos nace en Cagigar y desagua en el Noguera Ribargozana tras pasar por Fet y Soriana, ambos despoblados en la actualidad.

Sus habitantes vivían de la agricultura, especialmente del cultivo de trigo, centeno, cebada, avena, vid y algunas legumbres y hortalizas. También criaban ganado bovino y caprino y cazaban perdices, liebre y conejos.

Hoy este hermoso y abrupto rincón del sur de la sierra del Montsec está sumido en el silencio. Es una auténtica pena verlo en este estado. Afortunadamente podemos disfrutar de sus increíbles paisaje y la paz que transmiten.



 


 

 

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