domingo, 4 de diciembre de 2016

L´ESTALL.


En el este de la  comarca oscense de la Ribagorza, en plena sierra del Montsec, se encuentra el despoblado de L´estall.
 
Esta abrupta y hermosa parte de la Ribagorza, en la que el Noguera Ribargozana sirve de frontera natural con Lleida, ha sufrido notablemente en sus carnes el fenómeno de la despoblación. La construcción del embalse de Canelles provocó la despoblación de Fet, Finestras, Monfalcó, Blancafort y Soriana y L´estall
 
La impresionante imagen que hoy nos ofrece el embalse hizo pagar un elevado precio a los habitantes de las poblaciones de la zona, que vieron desaparecer su modo de vida y tuvieron que abandonar sus hogares. La construcción del embalse cortó las comunicaciones con los mercados situados en la parte catalana, lo que dificultó el intercambio de productos y condenó a los habitantes de la parte aragonesa a desarrollar un economía de subsistencia.
 





Antes de ser absorbido por el reino de Aragón en el siglo XI, la Ribagorza fue un reino independiente con una organización política y socioeconómica propia. En el año 1857 la población de la comarca era de 19.598 habitantes, un siglo después vio como la misma se reducía drásticamente a 10,079 habitantes, casi la mitad.
 
La deficiente red de infraestructuras existentes en la zona y la construcción de embalses para el aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos pirenaicos asestó un importante golpe al desarrollo de esta comarca que vio como sus habitantes se veían obligados a abandonar sus hogares. Este hecho ha provocado que una gran parte de su impresionante patrimonio histórico y cultural esté en peligro de desaparecer. Para medir la magnitud de la despoblación en esta zona sólo hay que tener en cuenta que tiene tres millones de metros cuadrados por habitante.
 





 
Al despoblado se accede desde Viacamp por una pista de tierra acondicionada para todo tipo de vehículos. El despoblado se vertebraba entorno a una única calle que hoy se encuentra totalmente tomada por la maleza.
 

Según relata Madoz en su diccionario estadístico e histórico de los pueblos de España de 1845 contaba con 11 casas. Se encuentra rodeado de montes que le dan un clima ventilado y sano. El terreno es montañoso, pedregoso y de secano, en el que predomina las carrascas. El agua se obtenía de una fuente. A ambos lados del pueblo hay dos barrancos que recogen las precipitaciones para llevarlas hasta el río Noguera. Sus habitantes se dedicaban a la agricultura, especialmente al cultivo de cereales y frutales. También criaban ganado lanar y cabrío y aprovechaban la caza que habitaba en sus montes.
 

 




 
La iglesia está dedicada a la advocación de Santa María y es de origen románico rural con un ábside de medio punto. Sufrió diversas modificaciones en épocas posteriores. Conserva una de sus espadañas ya que la segunda se derrumbo hace años. La cubierta del templo está totalmente arruinada, lo que motiva que el templo sufra una degradación acelerada. En el lado sur del templo tenía adosada una sacristía. 
 
Una de sus capillas laterales cuenta con pinturas datadas en el año 1866. El interior conserva detalles barrocos.
 



 





 
L´estall llegó a tener un centenar de habitantes y se despobló totalmente en año 2003. Desde el año 1978 estuvo habitado únicamente por Santiago Pena que recibió el premio Félix de Azara por haber sido el que más tiempo ha vivido solo en un pueblo de España. La política de "desarrollo" impulsada durante los años 60, en la que primó el desarrollo industrial en los núcleos urbanos y el abandono de las zonas rurales a las que no se dotó de infraestructuras adecuadas, motivó la emigración del campo a la ciudad y la desaparición de formas de vida que se habían perpetuado durante siglos.
 
Esta hermosa zona de la Ribagorza quedó prácticamente despoblada y hoy las ruinas de sus despoblados son los únicos testigos mudos de una forma de vida hoy en extinción. Los habitantes de L´estall cerraron un día las puertas de sus casas para no volver más.
 

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