En el norte de la provincia de Soria, en la comarca de Las Tierras Altas, se encuentran los restos del despoblado de La Mata. Esta hermosa y agreste comarca, marcada por su clima duró e inhóspito, ha sufrido en sus carnes como la vecina comarca riojana de Cameros, la terrible lacra de de la despoblación.
Tuvo
en otro tiempo una gran riqueza que provenía de la actividad ganadera.
Los pastos de sus montes eran muy valorados en verano por los ganaderos
trashumantes. Eran tiempos en los que la mesta tenía una gran
importancia económica. Hace décadas que ese floreciente periodo ha
quedado atrás dando paso al abandono, el silencio y el olvido.
Para acceder a la La Mata debemos tomar la So-660 en Yanguas dirección Djustes y en apenas 3 km tomar un pequeño camino de tierra que nos lleva hasta el despoblado.
En su época de maximo explendor llegó a contar con 60 habitantes y 15 viviendas. Sus habitantes se dedicaban principalmente a la ganaderia, principalmente criaban ovejas y cabras y a la agricultura, principalmente trigo y cebada. Como complemento a estas actividades se desplazaban para trabajar en la vendimia y en la recogida de la remolacha para la azucarera de Calahorra. Nunca llegó a contar con escuela y los niños tenían que acudir a la existente en Yanguas. Desde esta localidad acudía el cura, el médico, el herrero y el barbero.
La luz eléctrica llegó en el año 1959, hasta entonces la iluminación se obtenía gracias a candiles de aceite, petróleo o carburos y de velas. Hasta el año 1922 los habitantes de La Mata se aprovisionaban de agua en un manadero natural situado a 500 metros del pueblo. A partir de ese año se construyo una fuente en el pueblo gracias a las donaciones de un emigrante que a su regreso se intaló en Yanguas.
En los años 50 La Mata tenía diez casas abiertas y 40 habitantes, en la decada de los 60 se despobló totalmente. Sus habitantes se trasladaron principalmente a Yanguas y Logroño. La última familia abandonó el pueblo en el año 1967. Una vez abandonado sufrió el saqueo y el expolio. La vegetación fué tomando sus calles, los tejados de las casas se fueron derrumbando y los muros de las casas cedieron al inexorable paso del tiempo.
La
despoblación es un fenómeno que afecta a toda la provincia de Soria, a 1
de enero de 2016 según el INE, la población era de 89.994, un 1,1%
menos que el año anterior. La
dimensión del problema de la despoblación es todavía mayor si tenemos
en cuenta que la pirámide demográfica de Soria es invertida. 1 de cada 3
habitantes tiene más de 60 años. Además la población se encuentra
dispersa, sólo la capital cuenta con más de 20.000 habitantes, otra
población supera los 5000 habitantes y solo 6 los 2000 habitantes.
En
el caso de la comarca de Tierras Altas este fenómeno es todavía más
acusado ya que ha pasado de tener 14.042 habitantes en 1910 a 1.089 en
2.011. Mientras que la media de la densidad de población en España es de
83,6 hab/km la de tierras altas es de 2,32hab/km. Entre la década de
los 40 y la de los 80 llegó a perder mas de 10.000 habitantes. El mayor
éxodo se produjo entre los años 50 y 70, en los que pasó de tener 11.689
a tan solo 4.727.
Esta hermosa comarca no solo ha visto como desapareción una importante parte de sus nucleos de población, la falta de acción por parte de las administraciones para frenar la despoblación hace peligrar la subsistencia de los nucleos de población que todavía permanecen habitados. Esta hermosa tierra habitada desde hace milenios por el hombre puede convertirse en un desierto humano en un futuro no muy lejano.
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