lunes, 30 de octubre de 2017

CONVENTO DE SANTA MARIA DEL ROSAL.


A caballo entre las comarcas conquenses de la Alcarria y la Serranía Alta, al final de un profundo y hermoso cañon escabado por el río Escabas, se encuentra Priego. El estratégico enclave en el que se asienta motivó que estuviera poblado desde tiempos celtíberos y que iberos, romanos, visigodos y arabes lo habitaran posteriormente. 

En este hermoso pueblo, que conserva varias edificios que atestiguan su importante pasado medieval, encontramos uno de los monumentos que desgraciadamente están incluidos en la lista roja de patrimonio, el Convento de Santa Maria del Rosal.
 
 
 
 
 




Para llegar a Priego debermos tomar la CM-2013 o la CM-2108. A un kilometro al norte de la población tomando esta última carretera, encontramos el convento.  Su construcción data de 1525 y se desarrollo a inciativa de Diego Carrillo de Mendoza, párroco de Zaorejas y hermano de Luis Carrillo de Mendoza, séptimo Conde de Priego.

Según cuenta la tradición, el convento se edificó en esté lugar debido a la aparición de una imagen de la virgen junto a un rosal, que se encontraba en uno de los estremos de lo que sería el patio de la entrada. Este rosal mantenia sus hojas todo el año y aunque se cortaban esquejes de sus ramas estos nunca enraizaron.

 
 
 



El conjunto es formado por una iglesia de estilo gótico y notables dimensiones, con abside poligonal y bóveda estrellada cuyos nervios parten de las columnas laterales y decoración plateresca. El cuerpo del edificio tiene dos plantas que finalizan en bóvedas de crucería estrellada compleja  y sobre él se sitúa la espadaña. 

A sus piés se encuentran los restos del claustro, formado por arcos de medio punto con rosas en las enjutas. Cuenta con un pozo en el cual las monjas que lo habitaban, arrojaron varias imágenes y objetos de valor, antes de abandonarlo durante la guerra civil.







Estuvo dedicado a la orden de las Concepcionistas Franciscanas y solo podían entrar como monjas mujeres pertenecientes al linaje de las familias Mendoza y Carrillo o a familias acaudaladas. Fué durante muchos años el Convento mas importante en la Alcarria conquense debido a la gran cantidad de posesiones que tenía gracias a las donaciones. 

Llegó a contar con mas de 2000 ovejas, fincas de alquiler para el cultivo de cereal, viñas, olivos, y molinos  harineros. Poco queda hoy en día de su prospero pasado, a pesar de ello, la hermosura de sus ruinas y su entorno bien merecen dedicarle un poco de tiempo para visitarlas.























1 comentario:

  1. Hace ya un buen puñado de años, en Semana Santa, estuve acampado con unos amigos junto al claustro, y un sacerdote que se acercó, nos contó lo de las imágnes, y sobre todo unas tablas de plata de un escultor cuyo nombre no recuerdo, pero que en su tiempo fue famoso.
    Creo que debería restaurarse en la medida de lo posible, y un ejemplo en el que inspirarse podría ser la restauración de la Iglesia de Atienza en Huete. No ha sido completa, pero ha multiplicado su atractivo, tanto de día como de noche, pues está iluminada.
    El convento de El Rosal de Priego es bastante más grande, pero una restauración por etapas, podría, de momento, detener su progresivo deterioro.

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